La escala Phillipe y “La edad de los viajeros”

Los que me conocen desde hace tiempo dirán… “Otra vez el Toba con la historia de Phillipe…” pero vale la pena recordarla siempre y una vez más.

Se la dedico a los nuevos seguidores, a los nuevos viajeros en ruta y a los que están por salir.

La Escala del tiempo según Phillipe
La edad de los Viajeros

Historia basada en un hecho totalmente real (que cambió mi vida)

Phillipe era un navegante solitario francés, a quien conocí en el año 1994 en Chichiriviche, Venezuela, y a quien le debo mucho de lo que tengo hoy, de lo que soy profesionalmente y de mi forma de ver la vida.

Si no hubiera salido a ver el mundo de mochilero allá por 1994, sin internet ni GPS, dejando atrás una vida cómoda de trabajo y oficina, no lo habría conocido y quién sabe quién sería yo hoy en día.

Phillipe viajaba solo en su velero, y lo conocimos, Machy (mi novia) y yo, cuando su barco estaba amarrado en el muelle del pequeño pueblo de entonces, Chichiriviche.

Por alguna razón, empezamos a charlar desde el muelle y nos invitó a abordar su barco.

Pasamos varias horas (y luego días) charlando y compartiendo historias y relatos. En un momento, le pregunté su edad.

Él me respondió y me aseguró varias veces que tenía 408 años (aunque parecía tener unos 40 y pocos).

Le dije: “Vamos, dime tu edad real, sé que el mar y el sol te hacen parecer mayor, jajaja, pero debes tener más de 40, aunque calculo que menos de 50 años”.

Pero él seguía insistiendo en que tenía 408 años, y yo ya empezaba a ponerme ansioso y de mal humor.

Me explicara su broma o tendría que demostrar que es un vampiro, ya que nadie con esa edad podía estar vivo desafiando las leyes naturales 🙂

¿Cómo calculaba Phillipe su edad y el paso del tiempo?

Con su tranquila forma de hablar y su acento al estilo “Jacques Cousteau doblado al castellano,” me explicó…

“Las personas normalmente se toman vacaciones y viajan 15 días al año, pero no siempre. Durante algunos años, las personas no viajan por XX razones y, en otras ocasiones, por la comodidad de no innovar, repiten un destino vacacional recontra conocido porque ya lo visitaron en varias oportunidades.”

Es cierto, le respondí. Muchas veces, antes de 1994, mi novia y yo viajamos a la playa Miramar, ya que mis suegros tenían un departamento allí, o a Viña del Mar, a la casa de otro familiar.

Phillipe me escuchó darle la razón e hizo una pausa con un suspiro de pena, luego agregó (sin saberlo, marcando mi vida en ese momento)…

“Hace 17 años que viajo por el mundo en mi velero. Vendí mi casa, mi empresa, y me he dedicado todo este tiempo a viajar. Ahora, si una persona viaja durante sus 15 días al año de vacaciones, sin repetir destinos, y quiere aprender todo lo que yo he aprendido en el mar, quisiera conocer a toda la gente que yo conozco y estar en todos los lugares en los que he estado, necesitaría unos 408 años para alcanzarme.”

Fue así como nació para nosotros la escala de tiempo de Phillipe, la que nos dice que cada 15 días que viajamos a cualquier parte estamos cumpliendo un año más de vida “normal,” y nada es más cierto que esta teoría, al fin de cuentas como decía Carlos Olmos, “más vale una vida ancha que larga.”

Con estas palabras, Phillipe cambió la forma en que pensábamos acerca de todo lo que hacíamos. Se convirtió en nuestro faro.

Con esa mentalidad, planificamos nuestros viajes, la forma de ahorrar, en qué invertir, todo, al menos por un tiempo…

Pero sigamos, quiero contarles cómo llegué al presente con otro de sus consejos.

Edad de los viajeros - El ancla según CheToba
Mi lugar en el mundo. Ilha Grande, Brazil

Phillipe también me dijo en el año 1994..

“que tu trabajo no sea un ancla clavada en un lugar fijo, viaja y trabaja al mismo tiempo, el futuro es la comunicación interactiva, deberías dedicarte a crear contenidos en CD-ROMs”. (Un primer boceto del contenido digital y de vivir como nómades digitales, antes del invento mismo de la conexión a internet en los hogares)

Es importante tener en cuenta que este consejo fue dado en 1994, antes del auge de Internet que comenzó con la llegada de Google en 1998. Phillipe fue un visionario, ya que en ese momento, en Argentina, ni siquiera existían los teléfonos móviles, mucho menos con acceso a Internet.

Yo ni sabía lo que era un CD-ROM, pero él, con sus 408 años de experiencia viajando por el mundo, lo tenía claro.

Cuando regresamos a Buenos Aires al final del viaje, los dos estábamos sin trabajo y con una hija en camino, “Made in Venezuela”. Tal vez “from Chichiriviche”. Nos casamos y nos fuimos a vivir a lo de mi suegra.

Sin embargo, no me desesperé por encontrar trabajo. Mi suegra me compraba el diario Clarín todos los días y me recortaba los anuncios clasificados de trabajo, dejándolos en la mesa del desayuno.

Pero mi sueño era vivir como Phillipe, y mi objetivo entonces era crear CD-ROMs, así que me enfoqué en eso al volver a Argentina.

¿Qué pasó después de su consejo?

Para el año 1998, junto con otros 3 amigos, yo ya había lanzado al mercado más de 70 títulos en ese formato, algunos eran títulos propios, y el resto eran para terceros.

Gracias a eso, alquilamos nuestro departamento, compré un auto y también un velero, ya que quería aprender a navegar.

Esto era impensable cuando trabajaba en una oficina antes de mi viaje.

Mis compañeros de trabajo en ese entonces me decían que sería una locura renunciar para viajar y luego volver a buscar trabajo en medio de la crisis que vivía el país (Argentina siempre ha estado en crisis).

Si no me hubiera animado a explorar el mundo, nunca habría conocido a Phillipe ni seguido su consejo.

Los CD-ROMs tuvieron una corta vida en el mercado, pero luego llegó la web. Para el año 2000, yo ya era un empresario exitoso. De hecho, fui la portada de la Revista VIVA en un artículo titulado “Futuros Millonarios”.

Pueden buscarlo en Google. En la misma portada, al lado mío estaba el mismísimo Marcos Galperín, quien daba sus primeros pasos en este sector.

Por si no saben quién es, Marcos Galperín es el fundador de Mercado Libre y la persona más rica de Argentina, además de estar entre los millonarios más destacados del mundo.

A pesar de mi éxito empresarial, no estaba cerca de vivir de acuerdo con el primer consejo de Phillipe. Nunca tenía tiempo para viajar, y un día me deprimí mucho, sufrí ataques de pánico y, tras la otra crisis de 2001, me declaré en bancarrota. Me costaba pagar los sueldos de la empresa a fin de mes.

El sistema me había hecho olvidar nuevamente el significado de la Escala Phillipe del Tiempo.

Vendí casi todo, incluyendo el velero que se suponía era para viajar. Algunas cosas las regalamos.

Nos fuimos a vivir un tiempo a una isla en Brasil, mi querida Ilha Grande, y otra vez sería feliz, aunque fuera en tierras lejanas. Otra vez, un viaje y un cambio cambiarían mi vida.

El hombre siempre se tropieza con la misma piedra

El tiempo pasó rápido, mi hija creció, se sumó el varón a la familia y uno siempre vuelve a buscar “una seguridad (?)”, más si se tienen hijos.

Volvimos a tirar ancla (Si, otra vez) al menos hasta que nuestros hijos sean independientes. (Otra excelente excusa para estancarse en la rutina).  Nos mudamos a Villa María, Córdoba.

MB 180 Motor Home
La Querubina, mi primer MotorHome, una MB180 como la de los ChezTeam

En el 2005 compramos un motorhome (La MB180 llamada La Querubina) y así nació este blog un par de años más tarde.

El blog mantiene mi espíritu viajero vivo, viajo cada vez que puedo y no deja que me vuelva a olvidar de que lo importante es vivir y que los momentos felices de nuestras vidas no están ligados a logros materiales.

Gracias a éste blog sigo “alargando y ensanchando nuestras vidas un poco más”.

Te pusiste a pensar cuánto puede cambiar tu vida caminar por un muelle y/o hablar con un extraño en la calle?

Pensar que nuestros padres nos educaron con eso de que “no debes hablar con desconocidos”….

Un muelle, una historia
Lago Petén Itzá, Guatemala

¿Cuál es tu edad según la escala Phillipe?

Así que, ¿a qué esperas para salir de viaje, sea a dónde sea, cerca o lejos? No importa cuántos años tengas, cada viaje agrega experiencias valiosas a tu vida y te permite escribir tu propia historia.

¿Cuántos años tienes? ¿Cuál será tu próxima aventura? ¡Espero conocerla!

27 Comentarios

  1. Buenas, Toba. Te escribo porque yo te conocí en tu etapa empresarial y fui tu empleado en Multimedia Solutions haciendo CD-ROMs, allá lejos y hace tiempo, con Eduardo, Melián y toda esa banda. Fue mi primer trabajo formal y, aunque duró unos meses, todavía recuerdo esas épocas arriba del McDonald’s de avenida Corrientes. Hoy me levanté y así, de la nada, me surgió tu nombre en la cabeza después de todos estos años. No sé ni quiero explicarlo, ya tengo suficiente edad como para saber que las cosas importantes de la vida no se explican (como contabas de Phillipe: “por algún motivo nos pusimos a charlar…”). Te googleé para ver en qué estabas y me encuentro con todo esto en un momento en donde mi propia vida me pone ante una encrucijada de esas jodidas. Me quedé sin laburo el año pasado y a los 47 pirulos se me está haciendo imposible encontrar otro. A diferencia tuya yo siempre fui empleado y nunca tuve la posibilidad de tener más que para un par de pasajes sin estadía a un lugar no muy lejano. Viajar siempre fue mi pasión pero entre la falta de plata, de trabajo, la pandemia, etc. hace mil que no estoy en condiciones de hacerlo. Tengo una mujer que está bancando la parada como puede y un pibe de 7. Conozco la depresión y los ataques de pánico, así como vos lo describís. Son mi día a día. De hecho escribo estas líneas con una congoja que se me sale del pecho. Pero me dejé llevar y te escribí estas líneas. Ni idea para qué pero no todo tiene que tener un por qué, no? Alguien dirá “le estás pidiendo laburo?”. Nah, aunque mal no me vendría, jaja. Simplemente para decirte que tus vivencias son inspiradoras. Vos podés ser el Phillipe de mucha gente, el punto de partida para un cambio de perspectiva. Yo soy MUCHO más cauteloso y miedoso que vos (aparte de estar quebrado económicamente) pero quiero que sepas que aún así tus palabras resonaron en mí. Quién sabe, quizás algún día vuelva por acá y esté hablando de grandes hazañas por el mundo aunque no creo. Pero por alguna razón hoy mi cabeza me trajo tu nombre y parece que debía pasarme por acá para saber que existe otra vida. Las cosas no suceden porque sí. Te mando un abrazo y gracias por compartir tu experiencia.

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