Emocionante registro para la conservación y el avistaje de aves en la provincia de Córdoba, un nuevo vecino ha sido descubierto en la querida lagunita Unzueta de Villa Nueva.
Se trata del Mirasol Estriado (Ixobrychus involucris), una especie fascinante que, aunque ya mencionada en la zona por expertos como Sergio Salvador, no es comúnmente avistada, especialmente después de un prolongado período de sequía.
El Mirasol Estriado es una garza beige rayada de tamaño pequeño, que habita en humedales y bordes de lagunas con juncales densos.
Su distintivo patrón de rayas en la espalda y pecho, la hacen invisible entre la vegetación acuática. A pesar de su tamaño, es un cazador sigiloso, capaz de apuñalar peces desde perchas sobre el agua con su largo y delgado pico amarillo.
Sus grandes ojos amarillo ubicado de forma lateral, pero que se ubican como frontales con la cabeza y cuello erguido, le dan un aspecto encantador.
Con una longitud de aproximadamente 25 a 30 centímetros y una envergadura que no supera los 50 centímetros, el Mirasol Estriado presenta un plumaje mayormente marrón claro, con zonas y tonos más oscuros en alas y amarillento en cuellos.
Los machos exhiben colores más intensos durante la temporada de reproducción.
Sus hábitos crepusculares y nocturnos lo convierten en un elemento crucial para el equilibrio de los ecosistemas acuáticos, contribuyendo al control de poblaciones de invertebrados y pequeños peces.
Endémico de América del Sur, el Mirasol Estriado se distribuye principalmente en Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil, aunque también se ha avistado en otras regiones como Bolivia, Chile, Venezuela y las Guyanas.
Su presencia en la laguna de Villa Nueva resalta la importancia de proteger estos espacios naturales, así como la necesidad de comenzar la tarea de conservación por parte del municipio.
Aunque no me crean, las autoridades ni siquiera conocen de su existencia, sólo a través de mis publicaciones que siempre les envió, a pesar de estar a menos de 15 minutos en auto y a corta distancia del centro urbano, incluso desde mi casa tomo un atajo a campo abierto y la visito varias veces a la semana caminando.
La temporada de reproducción de esta especie ocurre al final de la primavera y el comienzo del verano, momento en el que las hembras ponen huevos en nidos construidos entre la vegetación acuática, habrá que ver si se encuentra un macho, el ejemplar de la foto sería una hembra de Mirasol Estriado.
En mi cuenta de Instagram de Aves subiré un fragmento de 10 segundos de video.
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