Mis 55 años de existencia me han llevado a vivir en 4 diferentes ciudades, me han permitido explorar al menos 20 países y he participado en una variedad de actividades y trabajos.
En ese camino, me he cruzado con muchas personas de diversas razas, idiomas y personalidades, algunas de las cuales se convirtieron en conocidos, compañeros de viaje o colegas en distintas aventuras y trabajos.
Sin embargo, un grupo selecto se destacó como amigos especiales, esos compañeros que el tiempo y la distancia no pueden alejar.
Aunque no puedo estar físicamente presente con mis amigos especiales, la magia de la tecnología y las redes insociales acortan las distancias que nos separan.
A través de conversaciones locas en WhatsApp, compartimos momentos íntimos de desahogo, nos enviamos memes para alegrarnos el día o simplemente nos reímos de nuestros problemas cotidianos, nos acordamos de alguna anécdota del pasado y nos actualizamos sobre los proyectos de cada uno
Los amigos son la familia que uno elige
Hay un denominador común en este grupo especial de amigos: NINGUNO de nosotros tiene un trabajo “normal” en el sentido tradicional. Bueno, excepto uno, incluso esa normalidad laboral es lo único que tiene sentido en la vida de mi amigo P.E.N. jajajajaja
Lo que nos une a todos es el espíritu de soñadores que hemos llevado desde nuestra adolescencia.
Siempre hemos planeado grandes hazañas, dejar una buena huella en el planeta, hacer historia, crear empresas, a veces con la esperanza de alcanzar la fama, la riqueza o ambos.
Sin embargo, hasta ahora, ninguno de nosotros ha alcanzado tales metas jajaja, pero me llena de alegría el hecho de que todos seguimos persiguiendo nuestros sueños de manera única y apasionada, cada uno a su propio ritmo o posibilidades.
Algunos han tenido más éxito que otros, pero todos disfrutamos de vidas relativamente cómodas y todos hemos tenido nuestras propias apariciones en la prensa gráfica, la radio y, en algunos casos, incluso en la televisión abierta como invitados en programas diversos, es decir, todos hemos probado las mieles del minuto de fama jajaja …
Sin embargo, si alguien ha tomado la delantera en el mundo de la televisión, ese es mi querido amigo Alejandro Martínez Notte.
“El Ale” ha protagonizado un documental en Netflix que ha llevado una historia con raíces bíblicas a audiencias de todo el mundo a través de su perspectiva única y creativa en distintos formatos.
La noticia de su éxito más reciente me llena de felicidad y esperanza de que algún día podamos volver a trabajar juntos en proyectos audiovisuales, como lo hicimos en el pasado.
Estoy agradecido por todos los amigos especiales que la vida me ha regalado, y Alejandro es una prueba viva de que los sueños pueden hacerse realidad, incluso si el camino es diferente al que imaginábamos.
En mi próximo encuentro con Alejandro, espero celebrar su éxito y brindar por más historias compartidas y aventuras por venir, al fin de cuentas somos equipo en Travel Media Argentina desde los orígenes de la idea.
Haciendo juntos lo que más nos gusta, contar historias.
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