En los últimos años, la forma de movernos en las ciudades cambió de manera notable. Antes, la movilidad urbana estaba asociada casi exclusivamente al auto o al transporte público.

Hoy el panorama es mucho más diverso: bicicletas, monopatines eléctricos, patinetas, rollers, longboards e incluso servicios de movilidad compartida forman parte de la vida diaria. Este cambio trajo consigo un beneficio enorme: más opciones, mayor libertad y una forma más sustentable de moverse.
Pero también plantea un desafío: ¿cómo protegernos ante accidentes, robos o imprevistos en la vía pública?, aquí es donde entran en juego los seguros de movilidad, una herramienta pensada para brindarnos tranquilidad mientras nos desplazamos.
Por qué contratar un seguro de movilidad
En mi caso, actualmente me muevo en bicicleta por la ciudad, y cuando necesito ir más lejos lo hago en una moto de baja cilindrada. Mi hijo, que vive en otra ciudad, usa la patineta para ir a la facultad.
Y muchos que me siguen saben que me gusta ir a la plaza de Villa Nueva o a la costanera de Villa María para andar en el longboard o en mi surfskate.
Por eso me interesó probar los seguros de movilidad y conocer qué ofrecen, porque me sorprendió descubrir que incluso cubren tablas de skate.
Un seguro de movilidad urbana está diseñado para acompañarte en todos esos trayectos diarios. No importa si vas en bici, monopatín eléctrico, rollers, skate o incluso caminando.
La cobertura incluye accidentes personales, responsabilidad civil, robo y daños patrimoniales. Además, protege tanto al asegurado como a su familia, algo clave en un contexto urbano donde cada miembro se mueve a su manera.
Coberturas y beneficios más importantes

Uno de los beneficios más interesantes es la asistencia en la vía pública.
Si sufrís una caída, una avería o un accidente, el seguro puede cubrir traslado en ambulancia, reparación en el lugar o incluso el acompañamiento hasta una comisaría en caso de robo.
Esa ayuda inmediata marca la diferencia, porque no siempre estamos cerca de alguien que pueda socorrernos.
También incluye coberturas específicas como la renta diaria por internación, indemnización por fracturas, invalidez permanente y, en los casos más graves, fallecimiento.
A eso se suma la protección ante robos de efectos personales, documentos y equipos electrónicos, algo cada vez más valorado cuando pensamos en celulares o notebooks que solemos llevar encima.
Otro punto fuerte es la responsabilidad civil, que cubre daños ocasionados a terceros. Puede parecer un detalle menor, pero en la práctica es vital.
Imagina un choque en bicicleta con otro ciclista o un accidente con un peatón: contar con respaldo legal y económico evita problemas mucho más grandes.
La contratación es 100% digital y se resuelve en pocos minutos, lo que también se alinea con la agilidad que buscamos quienes vivimos la ciudad de manera dinámica.
Moverse seguro y sin preocupaciones por la ciudad
En lo personal, espero nunca tener que usar este tipo de seguros. Pero me da tranquilidad saber que existen, que están pensados para realidades cotidianas como la mía y la de mi hijo, y que me permiten seguir disfrutando de la bici, el skate o la moto sin la preocupación de qué pasaría si algo sale mal.




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