Valparaíso es una ciudad portuaria en el centro de Chile, una ciudad antigua pegadita a Viña del Mar y que la recordaba como un lugar con pocas cosas para ver de interés turístico, un pre-concepto totalmente errado.
Cuando eramos jóvenes con Machy ibamos seguido a Viña del Mar porque “El Tata”, mi suegro, tenía una polola en Viña y él nos llevaba a pasar el verano en Reñaca, una playa Top de Viña del Mar.
Como Valparaíso está a 15 minutos de Viña del Mar a José le encantaba ir a comer mariscos al puerto. Desde allí mirábamos todo el tráfico marítimo y la actividad portuaria además de apreciar el caserío poco conservado en los cerros (años 88-90)
Hoy Valparaíso es una ciudad con un encanto enorme, la zona de los cerros cobró vida con la reaparición de los ascensores, unos teleféricos que parecen que siempre se están por caer y que son los encargados de llevar a las personas desde la zona baja y céntrica hasta las casas en las faldas de los empinados cerros.
Los barrios arriba del cerro actualmente se convirtieron es “espacios boutique”, barriadas muy coloridas, todo reciclado con grandes murales pintados, bares muy copados, galerías de arte, artistas, músicos y pintores callejeros, pero por sobre todo mucho pero mucho color.
Los barrios altos son un gran mirador del mar, del puerto, un balcón privilegiado para ver la ópera del atardecer y el movimientos de los buques que no paran de cargar y descargar contenedores que llegan de todas partes del mundo algunos y quien saben para dónde van los otros. En alguno de ésos contenedores estaba La Gauchita, nuestra camioneta que venía despacito y encerrada volviendo al hemisferio sur desde el puerto de Miami, dónde la había colocado yo mismo adentro de su cárcel de acero.
A Valparaíso fuimos con mi amigo Nacho Dapelo, mi hermana Sandra que hizo de modelo en algunas fotos y allá me estaban esperando unos amigos brasileros, Nelio y Morgana que me acompañaron de regreso manejando nuevamente hasta casa en Villa María.
Una tarde de las varias que duró la espera, nos fuimos a ver el atardecer desde la ciudad de Viña del Mar y allí me encontré con una pared con escritos parecidos realizados por mí, se encontraban las palabras Toba, Che y Capitán Lento, muchos me conocen como el Capitán Toba y varios me dicen Toba el Lento así que fue algo muy curioso.
Ahí nomás de ésa pared estaba éste extraño baño que constaba apenas de un cartel y una flecha, sin paredes, puertas ni ventanas, un precioso baño con vista al mar.
Valparaíso no es un destino turístico para visitar en una tarde, ni un medio día, vale la pena pasar al menos 2 noches, sentir y vivir la vida de ésta rara ciudad como empujada al mar y dónde todos caminan por alguna orilla, sea de la playa, una escalera o una empinada calle, se podría decir que en Valparaíso uno vive al límite. Me encantó
Dónde queda Valparaíso – Ubicación de Valparaíso – Chile
Si quieren ver más fotos con todo el arte callejero de Valparaíso les recomiendo ver el post de los chicos de Magia en el Camino titulado Valparaíso, un anfiteatro hacia el mar
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4 Comentarios
…. Claudio, jefe de una familia cristiana marcobense, tras varios veraneos vacacionando en la ciudad, se enamoró del lugar, afincándose hace algunos años definitivamente.
Muy inspirador tu comentario, no se si sabias que en el año 2003 la Unesco declaró al casco antiguo de la ciudad como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Fuiste a la cas de Pablo Neruda “La Sebastiana” ?
Bellisimas las fotos y muy descriptiva la narraciòn ( propia de un apasionado por los viajes a lugares que dejan huellas )
Me encantarìa ir algùn dìa…lo tendrè presente para un próximo viaje. GRACIAS POR LA IDEA !!!!
Valparaíso se ha convertido en un lugar mágico para turistas en pareja, luna de miel, artistas que buscan un lugar para inspirarse y bohemios de todo el mundo. El hermoso barrio que se ve en las fotos se encuentra en el Cerro Concepción, su ascensor se encuentra cerca de la plaza de Armas y ofrece las vistas más lindas del puerto.