Viajar siempre fue una forma de conocer lugares, pero también de conectar con personas.
Sin embargo, existe una organización que lleva ese concepto al máximo: Friendship Force, una propuesta que nació en Estados Unidos y que hoy conecta a miles de viajeros en más de 60 países.
A diferencia de un simple hospedaje alternativo, aquí la idea central es vivir experiencias culturales profundas a través de estadías en casas de familias locales, compartiendo tiempo, costumbres y amistad.

¿Qué es Friendship Force?
Friendship Force es una ONG internacional fundada en 1977 que busca generar lazos de amistad entre personas de diferentes culturas. Su lema es claro: “Cambiar el modo en que viajamos, cambiar el modo en que vemos al mundo”.
Funciona a través de clubes locales distribuidos por distintas ciudades. Cada club organiza intercambios en los que un grupo de viajeros es recibido por familias anfitrionas que los alojan en su casa.
No se trata solo de dormir gratis: la esencia está en compartir la vida cotidiana, desde cocinar juntos hasta participar en actividades de la comunidad.
Cómo funciona el intercambio
- Ser miembro: primero hay que inscribirse en un club local de Friendship Force. Cada socio completa un perfil detallado: idiomas que maneja, profesión, hobbies, costumbres, preferencias alimenticias y datos de contacto.
- Viajar en grupo: los intercambios suelen organizarse en grupos de entre 10 y 25 personas. Se coordinan fechas y destinos con otros clubes de distintos países.
- Hospedaje en casas de familia: los anfitriones reciben en su hogar a uno o dos viajeros. Durante la estadía se comparte la vida diaria: comidas, paseos, encuentros culturales y actividades organizadas por el club anfitrión.
- Seguridad y confianza: a diferencia de otras plataformas, Friendship Force trabaja con perfiles verificados y datos completos. Eso genera un ambiente confiable para viajeros y anfitriones.
La diferencia con Couchsurfing
Muchas veces se compara a Friendship Force con Couchsurfing, ya que en ambos casos los viajeros se alojan en casas particulares. Sin embargo, hay diferencias clave:
- Organización: Couchsurfing es una red abierta donde cualquier persona puede registrarse. Friendship Force funciona a través de clubes formales con socios activos y coordinadores.
- Seguridad: en Couchsurfing el contacto se da de manera directa entre usuarios. En Friendship Force cada miembro tiene un perfil validado y los intercambios se organizan en grupo, lo que brinda más respaldo.
- Propósito: Couchsurfing suele enfocarse en conseguir hospedaje gratuito. En Friendship Force el foco está en la amistad y el intercambio cultural profundo, no en ahorrar alojamiento.
- Experiencia: mientras en Couchsurfing cada experiencia depende del anfitrión, en Friendship Force se viven actividades planificadas con todo el club anfitrión.

¿Por qué elegir Friendship Force?
- Porque no es turismo convencional: se trata de vivir como un local, compartir tu vida con otra familia y crear amistades duraderas.
- Porque es seguro: la organización mantiene los datos de todos sus miembros, lo que da confianza tanto al que viaja como al que recibe.
- Porque es accesible: el costo de los viajes es mucho menor al de un tour tradicional, ya que el hospedaje no tiene precio comercial.
- Porque genera comunidad: una vez que participás, formás parte de una red mundial de amigos.

Mi experiencia personal con Friendship Force
Aunque la manera tradicional de participar es a través de viajes grupales organizados por los clubes, en mi caso lo he vivido de una forma más individual. Varias veces me contacté con el responsable de mi club local, quien a su vez coordinó con líderes de otras ciudades o países que planeaba visitar. Así logré hospedarme en casas de familias aun viajando solo, sin necesidad de ser parte de un grupo grande.
También me tocó estar del otro lado: recibí en casa tanto a viajeros individuales como a personas que venían con un tour clásico, pero que aprovecharon para desviarse unos días y conocer mi ciudad, que no suele figurar en los recorridos turísticos. Esos encuentros terminaron siendo de lo más enriquecedor, porque compartimos no solo hospedaje sino largas charlas, comidas y la vida cotidiana.
Lo más lindo es que, gracias a esas experiencias, hoy mantengo amistades que van más allá de la organización. En algunos viajes incluso visité a amigos de quienes ya habían estado en mi casa, una cadena de contactos y afectos que se amplía con cada intercambio.
Para mí, eso resume el verdadero espíritu de Friendship Force: no importa si viajás en grupo o solo, lo importante es abrir la puerta y el corazón, porque la experiencia trasciende el viaje y se convierte en amistad duradera.

En nuestro viaje por América en varias oportunidades estuvimos con familias del FF y la pasamos muy bien, fuimos muy mimados y ahora nuestros hijos tienen TIOS y TIAS por todas partes.

Friendship Force es un puente cultural que transforma la forma de viajar. No se trata solo de conocer un destino, sino de sumergirse en su gente, sus costumbres y su vida diaria.
Con su estructura organizada, seguridad en los perfiles y foco en la amistad, esta ONG ofrece una alternativa distinta y mucho más profunda que plataformas como Couchsurfing.
En un mundo donde cada vez viajamos más, pero nos relacionamos menos, Friendship Force devuelve el sentido original de viajar: encontrarse con otros y descubrir que, a pesar de las diferencias, siempre hay puntos en común que nos acercan.