
Descubrí la playa más linda que vi en mi vida hasta hoy, tras varias visitas a la Ciudad de Panamá, finalmente pudimos cumplir con una asignatura pendiente: conocer el archipiélago de San Blas.
No es fácil ni económico llegar, pero es una experiencia que realmente vale cada esfuerzo.
Por qué elegimos San Blas
Gracias a Copa Airlines y su servicio de stopover gratuito, volvimos una vez más a Panamá.
Esta vez, decidimos dedicar un día entero a conocer estas islas paradisíacas administradas por la comunidad indígena Guna Yala.
Grabé un video para mostrarles la belleza del lugar. San Blas es, sin dudas, uno de los destinos de playa más increíbles que conocí hasta ahora. El clima acompañó, y cada imagen parece una postal.

Más abajo en el blog les dejo el video completo y una galería con fotos, pero acá va lo más importante si estás pensando en hacer la excursión.
¿Cómo llegar a San Blas?
La forma más práctica —y en muchos casos la única posible— es contratando una agencia de viajes. Las islas se encuentran dentro de un territorio autónomo administrado por los Guna Yala, y su acceso está estrictamente controlado.
Para ingresar se debe pasar por un puesto de migraciones, con control de pasaporte incluido.

Sí, para ingresar al paraíso se debe realizar una especie de cruce fronterizo, y de hecho lo es, con barrera metálica, sellado de pasaporte y todo.
Desde allí se accede a un puerto llamado Cañitas (o Niga Kuntule en idioma local), donde parten las lanchas hacia las islas.
Ir por cuenta propia implicaría alquilar un auto, pagar estacionamiento en la frontera, contratar un transporte autorizado local y luego negociar un traslado en lancha.
Esto suele salir incluso más caro que contratar algunas de las diferentes excursiones armadas.

¿Qué incluye una excursión típica a San Blas?
En general, las agencias ofrecen:
- Traslado ida y vuelta desde tu alojamiento en Ciudad de Panamá
- Acceso al territorio Guna Yala (con tasas incluidas)
- Transporte en lancha
- Almuerzo típico en la isla
- Tiempo libre para snorkel o relax
En nuestro caso contratamos a la empresa Coconut Paradise y todo funcionó perfecto. Incluso ellos gestionan permisos especiales, como el uso de drones en una de las islas.
Pueden contactar a la agencia al Whats (507) 6947-7542 o por Instagram

Sobre la comunidad Guna Yala
Las más de 300 islas que forman el archipiélago están divididas entre familias locales. Cada isla habilitada al turismo cuenta con infraestructura básica: un pequeño muelle, un restaurante familiar y, en algunos casos, cabañas rústicas para pasar la noche.
El manejo turístico está fuertemente regulado por la comunidad. Los conductores, por ejemplo, deben tener una licencia de los Guna, y muchos de los vehículos tienen doble patente: panameña y local.

Dormir en San Blas: ¿es posible?
Sí, pero hay que estar dispuesto a renunciar a algunas comodidades. No hay hoteles convencionales. Las opciones de alojamiento son cabañas simples, sin agua caliente ni electricidad continua. En algunas islas ya hay internet vía Starlink, pero es muy limitado. Lo mismo con los enchufes, que suelen depender de paneles solares.
Si tu idea es pasar la noche, lo mejor es que la agencia te organice todo con anticipación. También existe la posibilidad de acampar con permiso.

Qué llevar a San Blas
- Pasaporte (obligatorio para ingresar al territorio Guna)
- Dinero en efectivo (no hay cajeros, bancos ni posnet)
- Protector solar (mejor si es eco friendly, para no dañar los corales)
- Remera UV de manga larga (ideal para evitar quemaduras sin usar cremas)
- Zapatillas de agua o calzado apto para caminar sobre arrecifes
- Bolsa estanca para proteger pasaportes, celulares y cámaras
- Toalla y muda seca, ya que se mojan sí o sí durante el viaje en lancha
- Snorkel, aunque la mayoría de los tours lo incluye
Las lanchas son rápidas, pequeñas y no muy protegidas del oleaje. El viaje es divertido, pero te vas a mojar.

¿Vale la pena realizar la excursión a San Blas desde la Ciudad de Panamá?
Absolutamente. Es un lugar único, administrado por su propia comunidad, con playas vírgenes, aguas transparentes y una cultura viva.
No esperes lujo, pero sí una conexión directa con la naturaleza y una experiencia auténtica, lejos de los destinos masivos.
Por si te queda alguna duda, te guardé esta sorpresa para el final, cualquier duda me la dejas en los comentarios del video, nos vemos en un próximo destino!