Había una vez una muy extraña pareja de aves, de la especie Urutaú (Nyctibius griseus), que viajó hasta el centro de la provincia de Córdoba para pasar el verano, se enamoraron, se escondieron en el bosque y tuvieron un bebé que se llamó Mocombito…
Fotografiar a un Urutaú cuando nos iniciamos en la observación de aves es como un sueño que parece lejano, por eso inicié el artículo como si fuera un cuento de Disney.
Incluso algunos fotógrafos consideran a su registro como la búsqueda de “el Santo Grial de las aves”
Este relato es la historia de un pichón de Urutaú que nació en la provincia de Córdoba, cerca de la ciudad de Villa María.
Les voy a narrar como fue que encontramos de pura casualidad a los adultos de la especie, que tenían un nido tan extraño como la especie misma y un huevo en su interior.
A partir del descubrimiento con un grupo de amigos hiciemos todo el seguimiento de su incubación, el posterior nacimiento y todo el desarrollo de éste pichón desde que salió del cascarón hasta que se volvió un jóven independiente.
Pero antes de arrancar con toda la historia veamos un poco de información sobre la especie.
Información básica sobre la especie Urutaú – Nyctibius griseus
También llamado Cacuy, el Urutaú común es una de las 2 especies de Nyctibius que se pueden observar en la Argentina y la única que podemos encontrar en la provincia de Córdoba.
Habitan desde el sur de Centroamérica hasta el centro del país en los meses de verano.
El Urutaú (Nyctibius griseus) posee forma y plumaje críptico con el que se camuflan en árboles y troncos dónde posan confundiéndose con la corteza del árbol o se asemejan a la continuación de un tronco o de rama quebrada.
Tienen patas muy pequeñas (para su tamaño de adulto) que ocultan debajo del plumaje mientras adoptan una posición estática.
Son aves de hábitos nocturnos y se alimentan de moscas, polillas y otros insectos voladores que atrapan en el aire volando con su enorme boca abierta.
Durante el día permanecen inmóviles. Poseen un buen tamaño, pudiendo alcanzar desde la cabeza a la cola, entre 33 y 40 cm.
Poseen enormes ojos saltones de color amarillo ubicados lateralmente en su cabeza
En Argentina se reproducen en los meses de Diciembre y Enero, el huevo se incuba durante aproximadamente 20 días.
Una vez que nace, el pichón permanecerá en el mismo lugar donde se puso el huevo entre 40 y 45 días a partir de la eclosión.
Luego se quedará por la zona otros 20 a 30 días, tiempo en el que habrá desarrollado su plumaje de color críptico y hábitos de autoalimentación.
El Hallazgo
Éste sería el primer registro de un nido con reproducción exitosa en la provincia de Córdoba, o al menos el primero documentado.
En el Departamento General San Martín ya habíamos registrado antes su presencia (Ravera Amorín en 2017) y (De Boever, Monjes, Lucero, Solsona, Nin, 2019) en Estancia Yucat, Tío Pujio.
Pero fue en el paraje Las Mojarras cuando, en Diciembre 2021, encontramos junto al amigo Pablo Alberdi un adulto de Urutaú con un huevo debajo de su viente.
El monte se ubica en el paraje Las Mojarras, a unos 26 km del centro de Villa María y a unos 32 Km del centro de Villa Nueva.
El Registro de las observaciones
Viajamos hasta el lugar en reiteradas oportunidades desde el día 15 de diciembre 2021 hasta el 6 de Marzo 2022 (81 días) realizando un registro fotográfico del adulto en el nido y la posterior evolución de la cría.
Se tomaron notas sencillas de los cambios importantes que fuimos notando en todo el proceso.
No se realizaron registros ni observaciones de la alimentación nocturna. (Ver Observación 08 del día 12 de enero más abajo en la cronología)
Referencias
Con el objeto de recrear una línea de tiempo, para enumerar las visitas utilizo las abreviaturas O (Observación) + 1 (Número de registro) + Fecha y cuando es importante se menciona la hora.
Observaciones cronológicas
O1: 15 de diciembre. Aprox 18:00hs. de manera totalmente casual y no planificada me topo con un ejemplar adulto de Urutaú, sexo indistinguible.
Prácticamente me lo llevo por delante, le hago fotos, lo llamo a Pablo con quien estaba realizando una salida de campo. Le hacemos fotos, yo me giro (lo tenía sobre la cabeza) y el adulto se vuela dejando ver un huevo.
Pablo Alberdi, fue quien observó por primera al huevo que estaba siendo incubado por el adulto.
El nido es en realidad una cavidad en un borde de tronco, bifurcación de ramas, un hueco en un tronco o bien podría ser el poste de alambrado como se ha registrado ya un caso en Santa Fe (Martín de la Peña año 2007), lo importante es que haya espacio para que los adultos se paren y puedan incubarlo.
El nido, o el posadero, se encontraba a una altura de 2.53 mts en una zona cerrada del monte y a unos 20 metros de un camino rural.
O2: 26 de diciembre. Mismo horario, aprox 18 hs. Encontramos al adulto en el lugar, posición rotada respecto a la observación anterior.
Aparentemente gira dando la espalda al sol, los días son muy calurosos. No se observa el huevo, suponemos que sige debajo del adulto.
Por el diseño de algunas manchas en el plumaje deducimos que es la pareja, pero no distinguimos macho de hembra.
O3: 28 de diciembre. 17.30hs, sin novedad en las observaciones, adulto en el lugar, no se visualiza el huevo.
O4: El día 2 de enero visita el sitio otro observador de aves local (Facundo Amorín) y encuentra cáscaras del huevo eclosionado en el suelo, recoge muestras debajo del posadero y el adulto se vuela nuevamente.
Se observa por primera vez al pichón que presenta el cuerpo cubierto con plumón de color blanco y espalda desnuda de color rosado.
Llama la atención el tamaño de sus patas (dedos) en proporción al cuerpo. El observador permanece en la zona hasta que verificó que un adulto regresa y lo vuelve a cubrir.
O5: 6 de Enero. Se encuentra al pichón al costado del adulto agarrado del tronco con sus dedos largos de color gris y con uñas tipo garras de color naranja claro, siendo las del adulto gris oscuras casi negras.
El cuerpo está cubierto de plumón blanco y tiene el ojo entre abierto.
O6: 8 de Enero. Hace muchísimo calor, Mocombito está escondido debajo de las plumas del adulto, sólo se notan los largos dedos del pichón debajo del cuerpo del adulto.
Continuamos notando la rotación del ave dejando la espalda al sol.
O7: 10 de enero. Como en la visita anterior el pichón se encuentra debajo del cuerpo de un adulto que suponemos lo protege del sol y/o depredadores. Vemos hormigas negras caminar por el tronco, pero pensamos que no molestan al pichón, deben ir a buscar los restos de huevo o escrementos en el hueco.
Por momentos se notan pequeños movimientos debajo de las plumas de la zona ventral del adulto.
Se podrá apreciar éstos movimientos en el futuro cuando se procesen varios fragmentos de videos que grabamos y los suban a mi canal de Youtube, suscribirse para saber cuándo salga (Posiblemente en Mayo).
O8: El 12 de enero, casi 30 días después del descubrimiento del nido, sigue creciendo debajo entre las plumas del adulto, asoma medio cuerpo, abre los ojos y la boca en un día de muchísimo calor.
Permanecemos hasta que se hace de noche y realizamos las primeras y únicas fotos en la oscuridad. Notamos una posición muy atenta del adulto con los ojos abiertos.
Fue en ése momento que decidimos no volver de noche, nos perdimos la oportunidad de registrar la alimentación que se realiza únicamente durante la noche, pero éste ya era un dato conocido por la ciencia y sentimos que no estaríamos aportando nada de valor a costas de invadir tan importante momento para la cría.
O9: El 22 de enero por la mañana se vuelve a ver al pichón al lado de su progenitor, como en O5, pero mucho más grande luego de 16 días de aquel registro.
Advertimos como copia desde tan chiquito la posición erguida del adulto. Permanece estático e inmutable.
Comienza a notarse la evolución de su plumaje para ir alcanzando su propio mimetismo y se aprecia el crecimiento de la cola.
Aparecen plumas de color marrón en la zona superior de las alas (hombros).
En un momento se lo vio con los ojos bien abiertos mostrando ya un iris de color amarillo fuerte.
O10: El día 23 de enero por la la tarde nos sorprendió ver al pichón solo en el nido.
Nos preocupaba que le haya pasado algo al adulto, aunque luego supimos por averiguaciones, y bibliografía de nidificaciones de la especie en otras provincias que es algo normal. (Informe de Martín De la Peña 2007).
Fue la última vez que se vio al adulto junto al pichón. A pesar de lo mucho que los buscamos, nunca más vimos a los adultos en la zona.
O11: A partir del 27 de enero y hasta el 08 de febrero se lo encontrará siempre solo al pichón en el lugar del nacimiento.
Su crecimiento es apenas notable en cuanto al tamaño de su cuerpo pero se destaca como va creciendo su cola a gran velocidad.
012: 2 de Febrero. Se lo observa algo más activo, mueve muy pero muy lentamente el cuello y la cabeza cuando nos observa él a nosotros. Nos mira y vuelve a cerrar los ojitos. Calculo que ya somos amigos o entiende que no somos una amenza.
Estamos yendo más seguido ahora porque sabemos que en cualquier momento se puede mudar de lugar y será difícil encontrarlo nuevamente. El objetivo es saber a cuántos días desde el nacimiento hacen el movimiento.
El dato que se conoce por el seguimiento de nidificación de un Urutaú Coludo, Nyctibius aethereus (Diaz & Moresco, 2020) es que cambian de lugar entre los 20 y 25 días del nacimiento, queremos comprobar si en ésta otra subespecie es similar.
013: 6 de febrero. Ya posee más plumas de color gris y marrón que lo van ayudando con el camuflaje, la cola sigue creciendo. Hoy me llamó la atención que, a pesar del calor, lo encuentro de frente al sol, no se había girado.
Abre mucho más los ojos, al caminar por la zona yo piso ramas secas que hacen ruido, me observa unos segundos y vuelve a cerrar los ojos.
O14: El día 10 de febrero salgo de mi casa rumbo al nido muy preocupado. Anoche, día 09 de febrero veo una publicación en Instagram de un fotógrafo que no nos avisó que iría a retratar al ave.
La imagen impecable, un retrato perfecto para una galería de arte pero que dejaba claro que no se podía lograr una foto así desde una posición neutral y natural desde la que todos veníamos observando y fotografiando.
Efectivamente, aquel 10 de febrero ya no estaba nuestro protagonista en su nido.
Nunca sabremos por qué decidió dejar el nido ése día, si fue algo natural o una interferencia del hombre, si bien ya estaba en fecha de abandonar el lugar y su plumaje indicaba que estaba listo para partir en cualquier momento, ahora nos va a quedar siempre la duda.
El final feliz de la historia
O15: Por suerte, y mucho más desarrollado su plumaje juvenil y una cola que no para de crecer, a los 80 días de su nacimiento “Mocombito”, aún se encontraba viviendo en la zona.
Desde el 12 de febrero en adelante lo vimos posando en diferentes árboles a mayor altura, en un radio de unos 40 a 60 metros de su lugar de nacimiento.
016: La última vez que lo vimos fue el día 6 de Marzo, por razones climatológicas no pudimos volver hasta el 25 de Marzo. Pablo Alberdi fue el útimo que buscó y buscó pero no se lo encontró más.
Y declarada exitosa la nidificación del Urutaú (Nyctibius griseus) en la Provincia de Córdoba, todos vivieron felices por siempre.
Mocombito se volvió famoso (para reflexionar)
Ahora un poco del detrás de cámaras.
Hasta el 29 de enero, la observación del nido era realizada exclusivamente por un grupo reducido de observadores locales, (Alberdi, Solsona, Sanchez, Monjes, Amorín) con algunas invitaciones extensivas hacia familiares, amigos y algunos colegas de localidades cercanos con las que solemos compartir salidas.
Sabíamos que cuando se corra la noticia de un nido de Urutaú, muchos fotografos iban a querer la foto y me preocupaba que haya demasiado acoso al pichón.
Conocemos a muchos observadores de aves y fotógrafos a los que no podíamos no contarles la novedad, si un día publicábamos algo en algún lugar nos iban a odiar (por no decir otra cosa).
El Domingo 30 de Enero se hicieron 2 visitas, una por la mañana y otra por la tarde con invitados pero…. alguien no se dió cuenta y cargó la observación en la App de eBird, lo que disparó alertas por mail a todos los usuarios que tienen activadas las notificaciones de especies raras.
Fue inevitable que la noticia corra como pólvora en los grupos de observadores y fotógrafos llegando rápidamente a toda la provincia de Córdoba, incluso nos escribieron de Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa, preguntando dónde estaba o cómo encontrarlo.
Desde el día 30 de enero hasta el 9 de febrero, el pequeño Mocombito fue asediado por las cámaras como un verdadero famoso y no voy a negarlo, personalmente estaba enojado conmigo mismo por haber encontrado aquel día con Pablo el nido.
Nos sentíamos totalmente responsables de lo que estaba sucediendo y si le pasaba algo al pichón, les aseguro que iba a dejar la activdad. Pasé un stress muy grande por ésos días.
Mi agradecimiento a Walter Solsona
Walter tuvo que hacer un día de febrero un llamado de atención en las redes sociales para detener las visitas de los fotógrafos, sobre todo a los que visitaban el lugar sin avisarnos a los observadores locales que veníamos siguiendo la evolución del nido. Por suerte fue bien planteado y bien recibido, hubo un poco de calma después de éso.
Quiero aclarar que nunca dejamos de acompañar a distintas personas para que sean testigos del evento, incluso a gente que ni es tan fanática o iniciada en el tema, sólo pedíamos que nos avisen para que los acompañemos, para poder registrar cualquier cambio y evitar el uso de escaleras, flashes a corta distancia, que se corten ramas que si bien afectaban a la foto al ave le servían de escondite, subirse a ramas de árboles cercanos.
Si, aunque les parezca exagerado todo ésto que menciono, no me lo imaginé, lo vi con mis propios ojos.
No era necesario tanta parafernalia, todas éstas fotos que se ven en el posteo las sacamos desde el suelo, sin tocar una hoja ni una rama, sin usar flash, cualquiera de ellas, y tengo muchas más, pueden ser tapa de una revista.
Sólo una noche usamos una potente linterna y bastó una sóla foto para darnos cuenta que el adulto no se sentía cómodo y nos fuimos sin regresar a la noche.
Nunca, pero nunca una fotografía debe estar por encima de la seguridad y la tranquilidad del animal.
Nunca más, y lo digo sin temor, tampoco yo podría tirar la primera piedra. Perdón Burrito Canela.
Un día me tuve que poner en roll de gendarme, quizás me extralimité un poco, pero soy así, perdón si ofendí a alguien.
Hasta me armaron con Photoshop y me hicieron un sticker meme para WhatsApp, que ahora lejos de enojarme me causa gracia.
Hago también otra autocrítica, varias veces antes con otras especies he usado flash, sería imposible sinó registrar aves nocturnas, pero hay un pichón al frente del lente, es un nido, es otra la actitud que debemos tomar.
Si el pichón saltaba del susto y no podía volar porque no estaba listo para hacerlo y se quebraba un ala?
Les aseguro que desde aquellos días me hizo click el chip del fotógrafo de aves, no seré el mismo de ahora en más al entrar al monte, por ése lado celebro lo positivo de la mala experiencia.
Ya dije varias veces que desde hace un tiempo me siento más observador de aves u ornitólogo de campo que fotógrafo, ahora ya no es un sentimiento de duda, es una convicción.
Además tengo literalmente más de 4000 fotos RAW de diferentes especies en el ordenador esperando a ser editadas y compartidas, así que nunca me voy a quedar sin fotos para subirles al instagram por más que deje un buen tiempo la cámara en casa jajaja.
Agradecimientos
A quienes colaboraron con el registro fotográfico y al cuidado del nido.
A Facundo Amorín que registró por primera vez al pichón, a Rubén Sanchez por la compañía y viajes en su auto cuando no contaba con movilidad propia, a Walter Solsona que ordenó un poco a la gente y me ayudó a recomponer un poco las relaciones públicas “con el gremio” jajaja.
Otro agradecimiento especial a Carlos Monjes que siempre nos acompañó y no nos deja de sorprender con sus excelentes fotos pero siempre con el equilibrio necesario entre la fotografía profesional y respeto por la naturaleza.
También a mi señora y a mis hijos, a quienes les quité tiempo de hacer cosas juntos y los cansé hablando en casa de Mocombito durante más de 3 meses jajajaja.
Por qué lo llamamos Mocombito?
Sabrán que los Cordobeses tienen un diccionario propio del Español Castellano bastante particular.
Es muy común que a un error le asignen el término “moco”, Ej. me mandé un moco, nos mandamos un “moocazo”.
Como al principio yo cometía muchos errores a la hora de identificar aves en mi cuenta de instagram, Facundo decía que yo más que un indio Toba, era el indio Mocombo.
Cuando nos dimos cuenta que el haber encontrado a éste nido resultó ser un “moco” que terminó armando un “lindo quilombito”, y dado que fui yo quien lo encontró, un día Facundo dijo… “hacete cargo de tu hijo “Mocombito” y desde ahí le quedó su nombre, que no sé a ustedes pero a mi “ME GUSTA”
Si llegaste hasta acá y te gustó la historia, compartila. 🙂
Bibliografía
2007 Martín de la Peña. Nidificación de Urutaú en la Provincia de Santa Fe.
2020 Diaz, Moresco. Nidificación de un Urutaú Coludo, Misiones
Videografía
He publicado 2 videos en Youtube con imágenes que complementan las fotos aquí publicadas y algunas introducciones.
En los videos se aprecia mejor el entorno y el sonido ambiente de uno de los montes (aunque no tan grande como me gustaría) mejor conservados de la provincia.
El día del hallazgo del nido de Urutaú más lifer de Tijerilla
Segunda parte, registro del crecimiento del pichón de Urutaú durante 63 días
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13 Comentarios
Hola Edgardo, gracias por tu tiempo y comentario. Que sigan los días de observación, veo que ya te picó el bicho, ahora estás en el horno jajajaja. Saludos
Excelente, deje cosas por hacer y me quedé leyendo la historia de Mocombito … Un golazo!!! yo soy bastante nuevo en esto de observar aves y tus observaciones acerca de cuánto invadimos a un ave por una “FOTO INSTAGRAM” son muy ciertas. Para tenerlas en cuenta a la hora de salir a observar.
Hola Beatriz. Gracias por comentar, Si, fue una experiencia muy linda. Ayer volví al monte y los busqué a él o a sus padres con mucha atención a cada rama en la zona, pero el monte es enorme, los fríos de unos días atrás le pueden haber indicado que ya era tiempo de partir. Encima no es fácil verlos con ése camuflaje, menos en un monte tan cerrado y difícil de caminar. Fue toda una casualidad el encontrarlo y como decís un placer haber podido hacer los registros
Hola Carlos. Me alegra que te haya gustado y te hayas tomado el trabajo de hacermelo saber. Es muy importante para mi el feedback. Buena semana
Gracias Tomás, valoro mucho tu comentario por toda tu experiencia. Un saludo y seguimos en contacto
Felicitaciones Walter, por el descubrimiento, el proceso de estudio de la especie, y por la nota escrita que brinda buena información sobre el comportamiento,
Hermosa historia, y muy bien redactada, felicitaciones !!
Debe ser muy difícil toparse con semejante avistaje y no abalanzarse sobre los protagonistas como “presas”..ahí es donde debe primar el amor respetuoso hacia quienes están haciendo su vida en paz. Y se nota en estas fotos y las anécdotas relatadas. Son fascinantes por lo particular de sus hábitos y esas formas tan de mágica efigie … Gracias por compartir!
Hola Mari. Me alegro que te guste. Guardalo en Pinterest nomás o dónde más te guste. Se agradece difusión, conocer los secretos del interior del monte ayudarán a protegerlo
Felicitaciones y muchas gracias. Extraordinario avistaje. Esto va a mis Guardados
Hola Alex, gracias por tu aporte. Si bien es el tercer año que registramos a la especie, es la primera vez que le encontramos un nido. Puede que sea histórica, sólo que antes no había tantos observadores, ni yo me dedicaba con énfasis antes del famoso 2019. Esteremos atentos
Saludos
Felicitaciones! Excelente nota con muy buen seguimiento del proceso, respetando el microambiente del ave. Sería interesante si su presencia es histórica o si avanza hacia el sur al compás de los cambios climáticos. Por algún motivo es un ave que llama poderosamente la atención y no sólo de los observadores. Como aporte un link a mi nota sobre otros aspectos del urutaú (aclaro que es por mucho la nota más vista de mi blog) https://historiaszoologicas.blogspot.com/2012/09/el-pajaro-fantasma-hacedor-de-leyendas.html