No debe haber un sólo ornitólogo o fotógrafo de naturaleza que no te diga que la mejor hora para hacer fotos de aves es cuando asoman los primeros rayos de sol, hora conocida como la de la luz azul.
Se conoce como luz azul a la de la mañana y como luz dorada a la de los atardeceres.
La foto del Chajá (Chauna torquata) que ilustra la nota fue realizada en el arroyo Las Mojaras, Córdoba, en las primeras horas del día en un ambiente abierto.
Tampoco hay fotógrafos que ignoren los beneficios de la luz dorada a la hora de disparar una foto.
Igualmente ojo, porque no es lo mismo hacer fotos a un paisaje en el que podemos decidir a qué hora ir a realizar la toma, o fotografiar a una modelo que se puede ubicar de manera conveniente en tal o cual lugar para recibir de frente la luz azul o dorada.
El ave es quien decide dónde posar y a veces cuando el lugar es un bosque cerrado la luz de la mañana o de la tarde no entra, o bien en una laguna podría ser que el salga o se ponga “en contra” de la especie a retratar.
El amanecer y su razón ornitológica, más allá de la luz
Porque es la hora en que las aves están más activas, necesitan comenzar a alimentarse.
Puede que en invierno demoren algo más en activarse porque el frío extremo hace que esperen un poco de luz y así calentarse.
Al atardecer tambien hay un rebote de actividad, muchas aves vuelven a sus dormideros y otras aprovechan los últimos rayos de sol para alimentarse antes de ir a dormir.
Las excepciones hacen a la reglas, y éstas son mis pruebas
Personalmente tengo un sentimiento contrario a que la mejor hora es la del amanecer, pero no porque no crea que las aves estén más activas, es porque ése horario justamente coincide con la mejor hora para dormir hasta un poco más tarde los fines de semana. Jajajaja
Mis compañeros de salida en invierno ya ni me preguntan si voy, saben que tengo una regla inquebrantable, con menos de 8 grados entro en modo lagarto y no salgo antes de las 10 de la mañana.
Pero los sábados o domingos salgo siempre a buscar aves para registrar en la zona, aunque lo más probable es que sea por la tarde.
Todas éstas fotos que siguen fueron realizadas a la tarde y tienen un gran valor para mi porque fueron lifers, o sea mis primeros registros de la especie.
Para el fotógrafo que es más observador de aves que artista visual, el valor del Lifer es el descubrimiento de una nueva especie.
La alegría es mayor que la de obtener una foto para concurso o para la revista National Geographics, aunque claro que si se obtienen ambas cosas es más lindo todavía.
Lo lindo de la fotografía de aves precisamente es ésto, que siempre, a toda hora, es un buen momento para salir a sacar fotos en la naturaleza.
2 Comentarios
Jeje
Me gustó lo del modo lagarto…jajjajab