Experiencia 2 días en Medellín, Colombia

Llegar a Medellín fue parte de nuestro viaje rumbo al norte de Colombia, con la meta de cruzar a Panamá y continuar por Centroamérica.

Nunca olvidaremos esa entrada a la ciudad: lo que comenzó como una situación de miedo, con la sensación de querer salir corriendo, terminó transformándose en una de las anécdotas más emotivas y lindas de todo el viaje.

Por eso este relato es especial: combina lo que vivimos en primera persona con una guía práctica de qué ver en Medellín si sólo tienes dos días.

Vas a encontrar lugares imperdibles, consejos para moverte por la ciudad y recomendaciones para quienes viajan con niños.

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Medellín: una ciudad sorprendente

Rodeada de montañas y con un verde que la abraza por todos lados, Medellín combina zonas modernas, muy modernas, con barrios antiguos llenos de historia.

Es una ciudad marcada por su pasado ligado a Pablo Escobar, pero que hoy brilla por otras razones: la amabilidad de su gente, su cultura vibrante y un aire de modernidad que la convirtió en la capital turística de Colombia.

Algo que no sabía y me sorprendió: Medellín es ciudad tanguera. Aquí se recuerda con devoción a Carlos Gardel, fallecido en un accidente aéreo en 1935, y esa conexión genera una simpatía especial con los argentinos.

Qué ver en Medellín en 2 días

Plaza Botero y Museo de Antioquia

Un clásico que no puede faltar es la Plaza Botero, donde se exhiben 23 esculturas monumentales donadas por Fernando Botero en 2002.

A los chicos les impactó tanto que hasta hoy reconocen sus obras en cualquier lugar del mundo.

Justo enfrente está el Museo de Antioquia, que abre todos los días (excepto domingo por la tarde) y cuesta unos 5 USD.

Es enorme, con salas dedicadas al artista y espacios interactivos que incluso a nuestros hijos les resultaron entretenidos.

Pasamos horas adentro, aunque debimos salir porque teníamos poco tiempo en la ciudad.

Cerro Nutibara y el Pueblito Paisa

Desde la estación Parque Berrío del Metro se llega fácilmente al Cerro Nutibara, donde se encuentra el Pueblito Paisa: una recreación de un pueblo cafetero con arquitectura típica y vistas panorámicas de Medellín.

Es un paseo muy fotogénico, ideal para quienes no tendrán la oportunidad de recorrer pueblos reales del Eje Cafetero.

En nuestro caso, habíamos estado varios días en esos pueblos auténticos y por eso el Pueblito Paisa nos resultó un poco armado, aunque vale la pena para una primera aproximación.

Cómo moverse por Medellín

El Metro de Medellín es moderno, rápido y muy limpio. Lo usamos durante toda la estadía, dejando la camioneta en el hotel.

Es la forma más cómoda y segura de recorrer la ciudad, además de una buena manera de integrarse con el ritmo local.

Parque Explora: diversión y ciencia para toda la familia

Si viajas con niños (o si eres curioso), el Parque Explora es un imperdible.

Tiene cuatro pabellones interactivos, un acuario, un planetario y un patio con dinosaurios animatrónicos que parecen cobrar vida.

Nosotros pasamos más de seis horas recorriéndolo. Entre experimentos de física, juegos de percepción y un caleidoscopio gigante que te desafía el equilibrio, la visita se convierte en una experiencia inolvidable. Queda cerca de la estación Universidad del Metro.

Qué quedó pendiente en Medellín

Con sólo dos días nos quedaron varias actividades por hacer:

– Subir al Metrocable, el teleférico que conecta los barrios altos con el resto de la ciudad.
– Recorrer el Parque Ecológico Cerro El Volador, el más grande de Medellín.
– Visitar el Palacio de la Cultura, que vimos solo desde afuera.
– Conocer el Parque de los Pies Descalzos y la Biblioteca España.

Motivos de sobra para regresar.

Dónde alojarse en Medellín

Nos hospedamos en el Hotel Botero Plaza, ubicado a dos cuadras de la Plaza Botero. La atención fue excelente y el personal merece un agradecimiento especial.

La ubicación es estratégica para recorrer el centro, aunque no la recomiendo para caminar de noche. Ideal para quienes buscan un lugar cómodo para dormir y moverse de día.

Videorelato Medellín: Del miedo total a las gracias infinitas

Esta historia merece ser contada, pero era muy largo escribirlo, así que les hice este video.

Conclusión: Medellín, del miedo a la gratitud

Nuestro paso por Medellín empezó con miedo y terminó con gratitud. Una frase de un taxista resume lo que sentimos:

“Lo importante es que llegaron y que ustedes están bien. Bienvenidos a mi querido Medellín, bienvenidos a Colombia”.

Hoy, cuando pienso en Medellín, recuerdo esa bienvenida y las experiencias compartidas en apenas dos días.

Fue poco tiempo, pero suficiente para enamorarnos de la ciudad, de Colombia y querer volver.