
Después de muchos meses sin salir al campo, volví a recorrer caminos rurales en busca de aves.
Esta vez lo hice con la invitación de mi amigo el Dr. Juan Lamberti, y decidí desempolvar mi vieja Nikon D7500 con el lente Sigma 150-600 mm.

Tenía ganas de reencontrarme con esa sensación de enfocar manual, de esperar el momento justo, de cargar la mochila con más peso… pero también más emoción.
Los que me siguen en Instagram saben que, por varios motivos personales y por la sequía extrema de la región, últimamente no salía mucho.
Cuando lo hacía, era con la Nikon P950, mucho más liviana y con su zoom 2000mm que permite observaciones impensadas para una réflex.

Pero volviendo al título del post… no sólo regresé a las andanzas con la D7500, lo más emocionante fue ver nuevamente a los Cardenales en grupos numerosos. Una alegría inmensa.
Esta ave tan icónica parecía escasa hasta hace algunos años, y ahora vuelve a verse con cierta frecuencia.
Es señal de que algo está funcionando: el trabajo de Policía Ambiental de la Provincia de Córdoba contra el tráfico de fauna, las campañas de concientización y, por qué no decirlo, el cambio de costumbres.
Hoy muchos chicos se entretienen más con un celular que con una trampera o una gomera. Algo cambió, y es motivo de celebración.
Claro que la tarea educativa sigue siendo clave. En las escuelas, en redes sociales, en la vida cotidiana… hay que seguir sembrando respeto por la fauna silvestre.

La salida fue corta, cerca de casa. Fuimos hasta la Laguna Monjes, con la esperanza de que las últimas lluvias le hayan devuelto algo de vida. Pero no… la laguna está seca.
Y más que seca: ya hay arbustos bajos creciendo donde antes hubo agua. El suelo se eleva, las plantas consumen la poca humedad que se junta. Y eso que ha llovido.
Duele ver cómo este humedal, que supo ser paso de flamencos, aves playeras e incluso un punto de encuentro para kitesurfistas, hoy ha salido del mapa.
Quizás también la laguna se ha salido de la hoja de ruta de las aves migratorias. El daño, cuando llega, lo hace rápido.
Aun así, el día gris y frío nos regaló buenos encuentros. Volví a cargar una lista en eBird y sentí que algo adentro mío también volvía a su cauce, fue la segunda del año!!! en 6 meses, todo fue alegria hasta que (apuesto a varios de ustedes les ha pasado)…
Una de las fotos de un individuo dio amplio debate sobre su identificación en grupos de amigos, recordé lo frustrante que puede ser tener una foto sin ID claro jajajaja. Posible Viudita Chica en la zona (no tengo pruebas, pero tampoco dudas y sin foto clara no hay registro decimos por acá)

Comparto algunas fotos más de las especies que logramos registrar. Todas tienen algo especial. Algunas son más conocidas, pero tal vez para quienes me leen desde otros puntos del país o del mundo, resulten nuevas o llamativas.






Espero les gusten las fotos y me hayan acompañado ustedes también a través del relato. Nos vemos en el camino y visiten mis redes sociales oficiales siempre como @ChetobaAR